Un señor va por la calle muy alegre y se encuentra con un amigo que le para y le dice:
– Tío, ¿dónde vas tan contento?.
– ¡Es que me ha tocado un coche!.
– Pues que suerte, ¿no? -le responde el amigo-.
-Ya te digo, si me llego a quedar en medio me atropella.