Estaba un señor en un bar muy feliz cuando en eso se le acerca un ebrio y le dice balbuceando:
Le apuesto 100 euros a que puedo golpearme la cabeza con una cerveza de vidrio sin que me pase nada.
El hombre intrigado aceptó la apuesta y se sorprendió al ver al ebrio cumplir la apuesta sin siquiera hacer algún gesto de dolor. Luego le dijo el ebrio otra vez:
Le apuesto 200 euros a que puedo saltar por la ventana sin que me pase nada.
El señor aceptó y vio al hombre saltar por la ventana y regresar intacto a la barra de la cantina. El hombre pagó las apuestas y se disponía a seguir apostando con el ebrio cuando el del bar los interrumpió y le dijo al señor:
Ya no le hagas caso a superman, ¡Siempre que se pone borracho y se le acaba el dinero le da por apostar!
chistes de bares
Se bebe mi veneno
Un señor de mediana edad lleva una hora sentado en un bar mirando la copa sin beberla, cuando llega un camionero alto y gordo y se bebe la copa de un solo trago. El pobre hombre se echa a llorar, y el camionero le dice:
– ¡Vamos, buen hombre, era solo una broma, ahorita le pido otra copa!
El señor le contesta:
– No, no es eso, es que hoy ha sido el peor día de mi vida. Primero, llego tarde al trabajo y me despiden. Luego, al llegar donde había dejado mi coche, veo que me lo habían robado. Camino hacia mi casa y veo a mí mujer liándose con otro hombre, y me vengo al bar, y cuando por fin iba a terminar con todo esto, llega usted y se bebe mi veneno.