– ¡Mozo, mozo, en mi sopa hay una rata!
– No se asuste señora, ¿no ve que está muerta?
chistes de camareros
Pasando de maravilla
Llega una pareja de unos 30 años a un restaurante, el señor muy contento sienta a su acompañante y luego se sienta él, luego le dice al camarero:
– Para empezar nos traes algo de tomar y nos pones a enfriar una botella de champagne.
El mesero le pregunta:
– ¿Y a su señora qué le pongo?.
El hombre responde:
– A mi señora le pones un fax y le dices que lo estoy pasando de maravilla.
Vaso de whisky
Entra un tipo a un bar y pide:
– Deme un vaso de whisky.
Y empieza a soltar puñetazos al aire como hacen los boxeadores cuando pelean con su sombra. El barman lo mira asombrado y no le hace caso. Al rato:
– Deme otro vaso de whisky.
Y continúa con el boxeo. Al rato:
– Otro, por favor.
Y sigue con el boxeo. El camarero tomándolo por loco, le pregunta:
– ¿Y? ¿Cuándo empieza la pelea?
– Cuando usted quiera, no tengo dinero.
Bar lleno
Un hombre entra en un bar y dice:
– Hola, ¿me pone una cerveza, por favor?
Y el camarero le dice:
– Oiga, pero, ¿no ve la gente que hay? ¿puede esperarse un momento?
El hombre, muy extrañado al ver que el bar estaba vacío se sienta en una silla pensativo, y decide esperar. Al cabo de 10 minutos se levanta y dice:
– Perdone, ¿podría ponerme ya la cerveza?, por favor…
– ¡Pero hombre! ¿no puede ser amable y esperarse?, tengo mucha faena, ¿no lo ve? ¡No puedo hacer todo al mismo tiempo!
El hombre cansado de la historia coge un cenicero y lo lanza contra el camarero, que pega un grito de dolor, se gira y le dice:
– Pero, ¿estás loco? ¿qué coño haces, tío?
Y el hombre le dice:
– ¡Sí hombre!, con la de gente que somos y he tenido que ser yo, ¿no?
Tres cafés por favor
Esto es un tio que entra en un bar y le dice al camarero:
-Quiero tres cafés.
-¿Pa quien?- le dice el camarero.
-Uno para tí otro para mí y otro para la puta de tu madre.El camarero se aguantó las ganas de darle una paliza. Al día siguiente:
-Quiero tres cafés-dice otra vez el mismo señor.
-¿Para quien?- dice el camarero.
-Uno para mí, otro para ti y otro para la puta de tu madre. El camarero esta vez no se pudo controlar y le dio una paliza.Al día siguiente vuelve a entrar el mismo señor al bar:
-Quiero dos cafés. – ¿ Para quien?- dice el camarero.
-Uno para mí y otro para la puta de tu madre que tu te pones muy nervioso.