– A mí antes me perseguían las mujeres.
– ¿Y por qué ya no?
– Es que ya no robo bolsos.
chistes de Chiquito de la calzada
Chiquito de la Calzada, cuyo nombre real era Gregorio Sánchez Fernández, fue un cómico y actor español que alcanzó la fama en la década de los 90. Con su estilo único, caracterizado por un lenguaje inconfundible lleno de expresiones cómicas como «pecadorr» y «fistro», se convirtió en un fenómeno cómico muy popular en España. Su impacto trascendió la comedia televisiva, llegando a convertirse en un icono cultural, y su legado perdura como uno de los humoristas más queridos y recordados del país.
El loco mojado
El otro día, un loco del manicomio se estaba ahogando en un río que se encontraba dentro del recinto. Otro loco lo salvó y lo sacó del río.
Entonces, el día siguiente, se presentan los directores del manicomio y le dicen.
– Bien, tenemos dos noticias para darte. Una buena y una mala. La buena es que como salvaste a ese hombre, hemos visto que usted no esta loco y se podrá ir mañana de aquí. La mala, es que dos horas después de que le salvara, el hombre se ahorcó.
Entonces el loco dice:
– Que no que no, que lo colgué yo pa que se secara.
Pastor asustado
Esto es un pastor que está con su rebaño en el monte, en esto que se acerca una vaca y le dice:
– HOOOLLAAAAA PAAAASTTOOOOR.
El tío que pega un salto de terror sale corriendo, el perro que le sigue y tras 10 km. el pastor se para exhausto y el perro que le ve dice:
– JODER EL SUSTO QUE NOS HA DADO LA PUTA VACA.
Atropello intencionado
Estaba un borracho haciendo autostop, entonces un camionero se detiene y lo monta en el camión.
El borracho empieza a preguntar una por una las funciones de todos los botones que tenía el tablero, pero había un botón que no servía para nada, entonces como el chófer estaba harto por las preguntas del borracho, le dice que ese botón sirve para que cuando él viera a una viejecita aprete ese botón y la atropella.
El borracho queda asombrado pero no dice nada. Al cabo de una hora pasan por un pueblo que pegaba a la carretera que viene cruzando una viejecita, el borracho al verla aprieta desesperadamente el botón y el camionero la esquiva y se escucha un gran golpe, entonces el borracho le dice al chófer:
– Oye, manda a arreglar ese botón porque si no llego a abrir la puerta fallamos la vieja.
La mujer del farmacéutico
Una mujer entra en un farmacia y le dice al dependiente:
– Buenos días. Quería comprar arsénico.
– Pero el arsénico es muy venenoso, ¿para qué lo quiere usted?
– Para matar a mi marido.
– ¡Pero no puedo vendérselo para eso!
La mujer saca una fotografía de su marido en la cama con la mujer del farmacéutico y se la muestra.
– Disculpe señora, no sabía que traía usted receta.