El otro día, un loco del manicomio se estaba ahogando en un río que se encontraba dentro del recinto. Otro loco lo salvó y lo sacó del río.
Entonces, el día siguiente, se presentan los directores del manicomio y le dicen.
-Bien, tenemos dos noticias para darte. Una buena y una mala. La buena es que como salvaste a ese hombre, hemos visto que usted no esta loco y se podrá ir mañana de aquí. La mala, es que dos horas después de que le salvara, el hombre se ahorcó.
Entonces el loco dice:
-Que no que no, que lo colgué yo pa que se secara.
chistes de locos
El loco y el taxista
Un taxista pincha una rueda en frente a un manicomio. El taxista se dispone a cambiar la rueda, con tan mala suerte que no se da cuenta que las tuercas se le fueron por una alcantarilla de agua, al darse cuenta no sabe que hacer.
A todo esto hay un loco que estaba observando lo que le sucedía al taxista. Entrando en conversación el loco con el taxista, dicen:
– Señor, qué le paso?
– Perdí las tuercas en la alcantarilla, y no se como voy a ajustar la rueda de auxilio.
– Aaaaaah, ya entiendo, por qué no saca una tuerca de cada una de las 3 ruedas y se la pone en la de auxilio.
– Pues tiene usted toda la razón. Muchas Gracias! Le puedo hacer una pregunta?
– Si claro.
– Por qué está encerrado en el manicomio? Es inteligente usted, al darme la idea de las tuercas.
– Bueno… esque yo estoy encerrado por loco, no por estúpido.
Tres locos en el desierto
En una ocasión se encontraron tres locos en un desierto. Llevaban varios días de recorrido y no habían encontrado nada para comer y mucho menos para beber. Después de cinco días, los tres locos encontraron un coche viejo en medio del desierto, uno de los locos pregunta:
-¿Para qué nos puede servir este coche?
El segundo le contesta:
-Yo no sé, pero tiene que servir para algo.
A lo que el tercero le responde:
-Yo me voy a llevar un asiento para sentarme cuando me canse.
Le dice el segundo:
-Yo me voy a llevar el radiador para tomar agua cuando tenga sed.
El primer loco dice:
-Pues, yo me voy a llevar una puerta.
Y los otros locos le dicen:
-¿Una puerta? ¿Y para qué?
A lo que el primer loco le contesta:
-¡Para bajar los cristales cuando tenga calor!