Un hombre toca el timbre de una casa, a lo que un niño lo atiende.
¡Hola! ¿Está tu padre?
El niño responde:
No, él no está. Le atropelló un camión.
El hombre expresó sus condolencias, y le preguntó si su madre se encontraba en casa.
El niño responde:
No, ella no está. Un camión la atropelló.
El hombre ya un poco desconcertado e impaciente le pregunta:
Pero, ¿no se encuentran por casualidad tus hermanos, tu abuela o tu abuelo?
El niño responde:
No, ellos tampoco están. A todos les atropelló un camión.
El hombre se sorprendió muchísimo y le replicó:
Pero, ¿dónde te encontrabas tú, cuando a todos les atropello el camión?
¿Yo? ¡Yo estaba conduciendo el camión!