Esto es una chica que entra en un confesionario y le dice al cura:
– Padre, mi pecado es que en cuanto veo a un hombre me tiembla todo el cuerpo, me pongo muy caliente y me entra un deseo interno de follar salvajemente. ¿Usted cree, padre, que me libraré de esto?.
Y le contesta el cura:
– Hoy sí, hija mía porque tengo un bautizo, pero mañana…