Se encuentran dos amigos y uno le dice al otro:
– ¿Qué te pasa José que se te ve muy triste?
– Ya ves, que se me ha muerto la suegra, y tú sabes lo que yo la quería.
– ¿Y cómo es que se te ha muerto?
– Pues estaba tranquilamente cortando rosas y se dio un pequeño corte en el dedo, y empezó a sangrar y sangrar y sangrar y vamos yo la rematé, sino sigue sufriendo la pobre.