Una señora acude al médico porque esta muy preocupada por la salud de su marido:
– ¡Ay doctor! que disgusto, mi marido se cree que es un caballo, se come las flores, la hierba, y hasta se ha comprado herraduras!
El doctor reflexiona y le contesta:
– Señora, el tratamiento va a ser duro y costoso…
Y la señora le responde:
– Por el dinero no se preocupe, ¡Ya hemos ganado dos carreras!