Por la noche suena el teléfono en la centralita de urgencias del hospital:
– Hola, es urgente, nuestro amigo se acaba de tragar un sacacorchos. Por favor vengan rápido!!!
Al cabo de un rato vuelve a sonar el teléfono de nuevo. La misma voz:
– Doctor, no corra, ya pasó. No hace falta que venga, hemos encontrado otro sacacorchos.