Un buen día llega el marido a la casa con gesto de desesperación y cabreo, se acerca donde su mujer y le dice:
– Josefa, hoy he visitado a una adivina y por 150 euros me dijo que tú me estabas engañando con otro.
Ella le contesta:
– ¡Me lo hubieras preguntado a mí, yo te lo hubiera dicho gratis!