– ¡Doctor, doctor! ayudeme el mundo me da vueltas y ademas de eso me arde el corazon…
– Mire señora, en primer lugar yo no soy doctor, soy camarero, en segundo lugar el mundo no le da vueltas, esta usted borracha como una cuba, y por ultimo a usted no le arde en corazón, usted tiene una teta dentro del cenicero.