Erase una vez un borracho muy borracho, se muere y lo velan en su casa, pasa la tarde, la noche y el día siguiente cuando ya es la hora del entierro, la esposa que no se despego del ataúd en todo ese tiempo, empieza a gritar una y otra vez no se lo lleven, no se lo lleven, no se lo lleven, al ver que no de despegaba del ataúd, uno de los enterradores le pregunta a la esposa:
– ¿Señora, por qué dice que no se lo lleven?
Responde la esposa toda desconsolada:
– No se lo lleven que es la primera vez en mucho tiempo que amanece en casa.