Un hombre va paseando por la calle hasta que se encuentra de frente con su amigo Pepe, que llega fumándose un puro como una estaca.
– ¡¡Hombre Pepe!! ¿Qué es de tu vida?
– Pues aquí me ves, encantado, porque he ido al médico y me ha quitado las ganas de fumar.
– Pero, ¡coño!, Pepe, ¡¡si estás fumando como un carretero!!
– Ya, pero sin ganas…