Dos leperos deciden poner una zapatería, y averiguan que los mejores zapatos son los de cocodrilo. Entonces, alquilan un gran bote y se van a cazar cocodrilos. Después de haber cazado más de 50 cocodrilos, uno de los leperos muy cabrado le dice al otro:
– Mira, Pepe, si el próximo cocodrilo que cazamos no lleva zapatos, para mí se acabó la cacería.