Esta era una chica, que estaba indecisa, porque no sabía con cuál de los dos pretendientes casarse. Uno es un contable, y el otro es un militar. Al verse con la duda, le pregunta a su madre:
– ¿Con cuál de los dos me caso, mamá?
– No lo pienses dos veces hija. Cásate con el militar, que es el que te conviene.
– ¿Por qué dices eso, mamá?
– Mira, ellos, se levantan temprano, arreglan la cama, hacen su desayuno, y además reciben órdenes.