Un señor vendía naranjas en un caballo y lo maltrataba mucho, un día el caballo se reveló y le habló a un comprador (a escondidas del amo)y le dijo:
Este me tiene cansado, yo paso hambre, sed, trabajo todo el día, siempre me tiene amarrado, me voy a morir del cansancio.
El comprador sorprendido le dijo:
Que raro, un caballo que habla, bueno y si tú hablas, ¿Por qué no le dices tu problema?
El caballo contestó:
¿Estás loco? ¡Si él sabe que hablo me pone a vocear naranjas, naranjas, vendo naranjas baratas!