Una francesa se lo hace estirar todo: la nariz, la piel de la cara, etc… Finalmente, el cirujano le pregunta:
– ¿Desea la señora algo más?
– Sí. Quisiera tener los ojos más grandes y expresivos.
– Nada más fácil, señora. Enfermera: ¡traiga la cuenta, por favor!