Un borracho estaba sentado en la banqueta y en eso pasa una abuelita con su nieta y en eso dice el borracho:
– ¡Adiós bizcocho!
Y entonces se regresa la abuelita y le dice:
– ¿Qué dijiste?
Y el borracho le contesta:
– Dije bizcocho, no pan de muerto.