Llega un paciente donde el dentista con molestia de una muela, es revisado de la misma y entonces le pregunta el paciente al dentista:
– ¿Voy a perder mi muela, doctor?
Y el dentista le contesta:
– Eso no lo sé señor, yo se la voy a entregar en una bolsita, y si la pierde es problema suyo.