Había una vez unos amigos que estaban tomando cerveza y hablando. Un amigo le dice al otro:
– Oye Pepe, y cómo te fue en tu viaje a la selva, ¿No te pasó nada?
– Pues, fíjate que si, cuando llegué, estaba allí en la selva muy tranquilo cuando me empezó a seguir un león.
– ¿Y qué hizistes? Pregunta el otro.
– Pues yo, hice lo que cualquier otra persona hubiera hecho, yo empecé a correr, pero después que sale otro león y otro león.
– ¿Y qué hicistes? Dice el otro.
– Pues yo corría y corría y mira, que se iban cayendo los leones detrás de mí, se volvían a parar y se volvían a caer, y yo seguía corriendo.
Le dice el otro amigo:
– Y, ¿No te cagastes del susto?
– ¿En qué crees que se estaban resbalando los leones cuando se cayeron?