Jaimito le dice a su mamá a la hora de la comida:
– Mamá, mamá, tírame sopa en mi plato.
– No se dice tírame se dice sírveme, dice la mamá.
– Mamá, mamá tírame milanesa.
A lo que la mamá contesta:
– No se dice tírame, se dice sírveme.
Al poco rato dice Jaimito:
– Mamá, mamá, tírame arroz.
A lo que la mamá le contesta lo mismo.
En la tarde llega Jaimito alarmado y le dice a su mamá:
– Mamá, mamá, ¡Mi hermano se sirvió por la ventana!