Estan dos amigos en un bar y piden una copa para cada uno, y les regalan unas tapas de jamón.
Cuando ya sólo quedan dos cachos de jamón, uno grande y uno pequeño, ninguno de los dos se decide por tomar alguno, y en eso que va uno y toma el más grande. El otro le dice:
– ¿Tú no sabes que por respeto el que toma el primero tiene que tomar el más pequeño?
El otro le contesta:
– A ver, ¿Tu cuál hubieras cogido?
– El más pequeño, contesta.
– ¡Pues ahí lo tienes!