Un amigo le dice a otro:
– Figúrate que ayer cuando iba a las 9 de la noche a casa, escuche un murmullo como si alguien estuviera peleando, con mucho cuidado me asomé a través de los arbustos y efectivamente dos tios le estaban dando una paliza a otro. Y me puse a pensar:
Qué hago, me meto o no me meto, pero si a mi no me importa. Qué hago, me meto o no me meto. Y así estuve como tres o cuatro minutos.
El otro le interpela:
– Bueno y qué hiciste.
El otro contesta:
– Al final decidí meterme, y entre los tres le hemos dado una paliza tremenda al tio ese.