En un vuelo Madrid-Miami, después de un suave despegue y cuando el avión había alcanzado una altitud confortable, el capitán hace un anuncio por el intercomunicador:
– Damas y caballeros, les habla su capitán. Bienvenidos al vuelo 293, directo de Madrid a Miami. Las condiciones climáticas son muy buenas y por lo tanto esperamos un tranquilo y agradable vuelo. Ahora recuéstense y relájense.
En eso se escucha por el intercomunicador…
– ¡Ooooh, por Dios!
Seguido de un largo silencio y después de unos cuantos minutos, el capitán vuelve a decir por el intercomunicador:
– Damas y caballeros, discúlpenme si los asusté, pero mientras les hablaba, una azafata derramó una taza de café caliente en mis piernas, deberían ver la parte delantera de mis pantalones.
Entonces, uno de los pasajeros dice:
– ¡Eso no es nada, usted debería ver la parte de atrás de los míos!
– ¡Ooooh, por Dios!
Seguido de un largo silencio y después de unos cuantos minutos, el capitán vuelve a decir por el intercomunicador:
– Damas y caballeros, discúlpenme si los asusté, pero mientras les hablaba, una azafata derramó una taza de café caliente en mis piernas, deberían ver la parte delantera de mis pantalones.
Entonces, uno de los pasajeros dice:
– ¡Eso no es nada, usted debería ver la parte de atrás de los míos!